La vida está llena de etapas. Todas ellas dejan una marca única. Con ellas se aprende y a través de ellas comprendes que todo tiene su tiempo y que todo llega a su fin cuando alcanzas el objetivo. Algunos finales te entristecen por un momento. Otros te dejan sin aliento y sin palabras. Sin embargo, cada final permite siempre pensar en el inicio que viene después de su llegada. Te deja pensando en el tiempo nuevo que suelta su partida.